Me casé con un extraño
( I Married a Strange Person! )
La cabeza del irreconocible esposo
está más amueblada que la de Homer.
Incluso llevarle a casa a comer
puede ser un evento engorroso.
La caja tonta es culpable
del nuevo poder mental.
Le ha implantado en el dorsal
un bulto que es formidable.
La terminología, el humor y el ojo
se funden en animada experiencia.
Independientemente de la audiencia
no es, por bajo presupuesto, flojo.
Bill Plympton escupe a cada neurona.
La originalidad no debería dañar los tempos.
Si es verdad que habrá momentos
en que los segundos no raciona.
La milicia y los medios de comunicación
son acribillados por truculentos pinceles.
Los realmente muy crueles
son generadores de opinión.
Como colofón, canciones.
Es sabido que en emociones
la música es fiel aliado
y, con rimas, te han ganado.
Prepárate a disfrutar esta animación birriosa.
Puede que la encuentres loca, pero es asombrosa.